viernes, 24 de junio de 2016

De diccionarios, acepciones, etimologías e ideologías





[Huelga
Palabra derivada del verbo holgar ('Estar ocioso, no trabajar' y también 'descansar, tomar aliento después de una fatiga'). La primera acepción, según el Diccionario académico, es 'el espacio de tiempo en que uno está sin trabajar' y la segunda, 'Interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta'.

Holgar proviene del latín follicare (jadear), con base en la idea del caminante que se detiene para recobrar el resuello al final de una cuesta. En el Cantar de Mio Cid, holgar aparece como folgar, forma que se mantiene hasta hoy en portugués.]

Pero si holgar es descansar, cuando el reposo se torna habitual, el que lo disfruta se convierte en holgazán. En cambio, si hablamos de medidas sindicales de paralización de tareas, los que las llevan a cabo son huelguistas.
Así que el jadeante que se detenía un momento a descansar hacía huelga.Y vivía holgadamente aquel que podía ser feliz sin matarse en el campo o en la fábrica y descansaba todo lo que quería.Pero resulta que si el jadeante descansaba mucho… se convertía en un holgazán, un vago.
Y cuando muchos empezaron a juntarse y decidieron no trabajar se convirtieron en huelguistas.
Las palabras llevan en sus raíces el germen de su historia.
Pero su uso y cambio de sentido no son casualidad. El mundo tuvo diferentes dueños, diferentes apropiadores de la riqueza humana sosteniéndose en ideologías que en cada época los justificaban.
Esas ideas viajan en las palabras y los numerosos sentidos de las palabras pueden develar, iluminar pero también hipnotizar y ocultar.
Muchas veces se escucha decir a un trabajador que “el obrero argentino es vago (holgazán) y no le gusta trabajar”, pero eso es algo que necesita sostener el patrón.
El patrón que se da el lujo de descansar y llegar muchas horas más tarde que el obrero a la fábrica o no ir, que puede veranear en playas exclusivas, que tiene reuniones de trabajo en lujosos restaurantes… ah, pero el patrón y el empresario no son holgazanes, ellos tienen una vida holgada.
El obrero y la obrera tienen poco tiempo para parar cuando está en la línea de montaje y necesitan recuperar el aire después de ocho, diez, doce horas o más de producir para sostener la holgada vida del empresario.
La maestra y el maestro ¿cuánto tiempo tienen para ir de escuela en escuela o simplemente ir al baño entre recreos? Ellos no pueden holgar demasiado.
Y cuando los trabajadores y las trabajadoras se hartan de vivir como viven y van a la huelga lo hacen para tomar aire. Para asomar la cabeza por encima del velo que los hace creer que son débiles y holgazanes.
Y dejan de jadear y toman fuerza. Y se encuentran y se reconocen en las calles y en el piquete, que según el diccionario de María Moliner puede ser varias cosas: 1- Barra pequeña de las que se emplean para señalar en el terreno; 2- Grupo poco numeroso de soldados destinado a cierto servicio. Particularmente, a fusilar a un condenado a muerte; o 3- Grupo de personas que intenta, de forma pacífica o no, que otras secunden una huelga.
Quizás un piquete es todo eso, es una barra, una línea que dice: no pasarán, es un grupo de personas que intenta que otros se sumen a la huelga y es un grupo de soldados de esa “escuela de guerra[i]” que prepara a la clase trabajadora para dar muerte al condenado sistema capitalista.





[i]Así pues, las huelgas habitúan a los obreros a unirse, les hacen ver que sólo en común pueden sostener la lucha contra los capitalistas, les habitúan a pensar en la lucha de toda la clase obrera contra toda la clase de los fabricantes y contra el Gobierno autocrático y policíaco. Por eso los socialistas llaman a las huelgas “escuela de guerra”, escuela en la que los obreros aprenden a librar la guerra contra sus enemigos, por la emancipación de todo el pueblo, de todos los trabajadores, del yugo de los funcionarios y del yugo del capital”.  Sobre las huelgas (Lenín - 1899)

No hay comentarios:

Publicar un comentario